No amar por temor a sufrir es como
no vivir por temor a morir.
¿Qué habría sido de mi si no hubieses aparecido?
¿Qué habría hecho yo en estos últimos meses de mi vida
sin estar a tu lado?
¿Qué habría pasado si no hubiésemos quedado aquel
veintinueve de octubre?
¿Por qué? ¿Y, por qué no? Quien lo diría.
Nosotros por ejemplo. Aquí y ahora. Te amo.
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