Si quieres jugar conmigo,
que sea en mi cama.
Gracias por hacerme feliz sin esfuerzo alguno. Gracias por volver a ser el de antes, por sacarme mil sonrisas cada día, por decirme que me amas hasta quedarte sin aliento. Gracias por devolverme todo lo que añoraba de ti. Por volver a ser ese chico atento y cariñoso. Ese chico perfecto que tanto de menos echaba. Lo admito, te adoro.
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