Me aburro.
No sé que hacer. Es la típica noche que paso aburrida frente a la pantalla del ordenador sin saber que mirar, escribir y pensando en si irme a la cama ya. Recuerdo que noches anteriores a esta me pasaba las horas leyendo de arriba a abajo nuestras conversaciones que gracias a nuestra confianza, no eran precisamente cortas que digamos. Nos pasábamos las horas muertas hablando el uno con el otro sin importar que teníamos que madrugar al día siguiente. O esos días de verano hablando por teléfono hasta las siete de la mañana porque no querías dejar de escuchar mi voz, si, mi "voz de pito".. Cuando te quedabas callado y realmente estabas durmiendo, yo insistía en que te fueses a dormir y me repetías una y otra vez que no , y que no. +"Voy a echarme agua en la cara, tía" - "no, duérmete ya" + "Acho, pa' keh?, es que ¿quieres que deje de hablar contigo?" - " no, es que quiero lo mejor para ti, y lo mejor para ti es que descanses". + "Ya habrá tiempo.." ; Echo de menos todas esas pequeñas cosas, que antes no importaban pero que se acabaron convirtiendo en parte de mi día a día, y que sin querer, desaparecieron sin más. Ahora, soy yo la que está al otro lado del teléfono apretándolo fuerte contra la almohada para que no haga ruido mientras espero esa llamada, que me ponía los pelos de punta al saber que eras tú el que estaba al otro lado , la misma llamada, que nunca llegará.
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